La Rusia musulmana
El
titular de Exteriores de Rusia, Serguey Lavrov, participará a finales de junio [de
2005] en la labor de la sesión de ministros de Exteriores de la Organización de la Conferencia Islámica
(OCI).
Estos
últimos años Moscú ha intensificado contactos con ésta, porque ello le hace
falta siempre más a la comunidad
musulmana del país, de casi 20 millones de integrantes.
Los
musulmanes son población aborigen de Rusia, la historia del islamismo en su territorio es más antigua que la de la
fe cristiana ortodoxa. Por consiguiente, Rusia puede considerarse con plena
razón copartícipe de los destinos del mundo islámico y tomar parte activa en
los debates en torno a los problemas que afronta éste.
Conviene
señalar asimismo que muchas cuestiones que son actuales para los musulmanes de
todo el planeta -desde el extremismo hasta la islamofobia- lo son también para
Rusia. Por lo cual el análisis de los problemas del mundo musulmán que se
desarrolla en el marco de la OCI le es útil también a Rusia.
¿Y qué problemas son de
mayor actualidad para la comunidad islámica (umma) de Rusia? En primer lugar, es la falta de la unidad. El
Islam ruso está representado tradicionalmente por la rama sunita, en la interpretación que le dan las escuelas
teológico-legislativas (el mazhab)
kanafita y chafiita.
Los
adeptos del mazhab chafiita residen,
fundamentalmente, en Chechenia, Ingusia y Daguestán. Los habitantes del Cáucaso
del Noroeste, Tartatia, Bashkiria y otras regiones se atienen al mazhab kanafita. El grueso de los habitantes
de Azerbayán profesan el chiísmo.
Pero los últimos tiempos se
ha mezclado todo entre los musulmanes del país:
debido a las sustanciales migraciones de habitantes de las repúblicas del
Cáucaso del Norte a otras regiones de Rusia y la llegada a Rusia de un
considerable número de migrantes musulmanes de los países de la CEI comenzaron
fricciones dentro de la umma entre representantes de diversos grupos
étnico-culturales.
Pero
ésta no es la única causa de las divergencias internas que hay entre diversas
comunidades. En muchas regiones se
agrava el conflicto entre las generaciones. Los musulmanes jóvenes se ven
obligados a crear estructuras paralelas, a las que sus adversarios enseguida
tildan de “wahabbitas”. Además, existe
el problema del liderazgo.
En toda la extensión de
Rusia no cesa la lucha sin tregua por encabezar a toda la comunidad islámica
entre el muftí supremo Talgat Tadjutdin, presidente de la Dirección Central de
los Musulmanes de Rusia, y el jeque Ravil Gainutdin, presidente de la Dirección
de Musulmanes de la Parte Europea de Rusia.
Por
su parte los muftíes de las repúblicas del Cáucaso del Norte instituyeron en
1999 el Centro Coordinador de los Musulmanes del Cáucaso del Norte para
oponerse a los intentos de Tadjutdin y Gainutdin de atraerlos a su lado. Las contradicciones desgarran también al
Consejo de los Mufties de Rusia.
Todo ello está acompañado de
la crisis general del sistema de direcciones religiosas de los musulmanes.
Instituidas en el siglo XVIII, en la época de Catalina la Grande, como un
instrumento para aliviar el gobierno a los súbditos musulmanes del Imperio
Ruso, las direcciones en cuestión no
pasaron de ser una estructura burocrática y hoy día controlan poco la situación
real en sus respectivos territorios.
En
general, se observa la falta de un diálogo
permanente entre el Estado y las fuerzas políticas del país, por una parte, y
entre el Estado y las organizaciones y los líderes musulmanes, por la otra.
Durante tales contactos debería tomarse en consideración la diversidad de las
fuerzas presentadas en la comunidad islámica de Rusia. Pero de momento todo se
reduce a los contactos de las autoridades con las Direcciones Musulmanas.
Existe un problema más: es
la propagación de los criterios radicales y extremistas entre los creyentes.
Para impedirlo, se necesita hacer mucho, por ejemplo, formar a servidores de
culto de alto nivel educacional. Pero en Rusia no existe hasta hoy día un
sistema de instrucción islámica apto para formar a unos mollah e imanes capaces
de hacer frente a la propaganda de las ideas radicales y extremistas.
Los
pasos que se dan en este sentido a menudo carecen de lógica y no tienen
carácter sistematizado: por ejemplo, en
Karachaevo-Circasia funciona una Universidad islámica, pero están cerradas de
hecho todas las mektebas (escuela primaria
dependiente de la mezquita) y medersas
(escuelas islámicas de nivel medio).
Los centros de la vida
religiosa no se distribuyen equitativamente por las regiones de población
musulmana. Por ejemplo, en Daguestán actualmente funcionan más de
1700 mezquitas, más de una decena de centros docentes islámicos superiores y
centenares de mektebas y medersas, mientras que en la República
de los Adiguées el número de mezquitas no alcanza un centenar y no hay ni una
escuela islámica.
Por supuesto, a ello no se
reducen los problemas que afronta la comunidad islámica de Rusia. Son problemas
naturales, suscitados por la lógica del proceso de reconstrucción de la vida
religiosa de los creyentes musulmanes. En los últimos 15 años del
impetuoso renacimiento musulmán, en Rusia se ha hecho mucho en este sentido,
pero sólo estamos en el comienzo del camino. Es por eso que necesitamos
cooperar con las comunidades islámicas de otros países y las organizaciones
musulmanas como la OCI.
CUESTIONES QUE PLANTEO:
¿Afectará
el fenómeno de la llamada “primavera árabe” a Rusia? ¿Por qué no ha intervenido
este país en la “liberación” de los países musulmanes? ¿Por qué apoya al
régimen sirio? ¿Cómo favorece al EE.UU. la expansión de la revolución “democrática”
en los países musulmanes?
ADDENDUM:
Chechenia y
otros focos de conflicto
El conflicto
de Chechenia ha hecho recordar que la Federación Rusa no es un coloso compacto.
En una extensión de 17 millones de km2, se agrupan un total de 88 entes
federados -repúblicas, regiones, territorios y distritos- que exigen sus
derechos y prerrogativas. Por ahora [1995] la guerra de Chechenia no ha causado
un "efecto dominó" en el Cáucaso Norte ni en otras repúblicas musulmanas. Pero Moscú sigue temiendo una
propagación de las tesis independentistas entre pueblos mal unidos en una
organización federal poco definida.
Genaro Chic García
http://www.genarochic.tk
Foro: http://prestigiovsmercado.foroes.org/forum.htm
Tfno. 954 62 58 88
669 41 51 74
¿Y qué es peor que una crítica? - La crítica constructiva. La gente nunca te lo perdonará (Eliyahu M. Goldratt, La meta, Madrid, 1993, p. 251)